Los vestidos de fiesta tienen diseños y telas diferentes, generalmente son más delicados, por lo que necesitan un cuidado y mantenimiento especial, sobre todo a la hora de guardarlos. La manera en la que lo vayas a hacer va a depender del tipo de vestido que tengas. No obstante, veamos algunas ideas que te pueden ayudar.
- Limpieza. El primer paso es limpiar. Los vestidos de fiesta suelen tener telas muy delicadas, por lo que se recomienda llevarlo a una tintorería. Los profesionales de estos establecimientos saben cuál es la mejor manera de limpiar cada tejido. Además que tendrás tu vestido libre de manchas y olores, optimizado para un buen estado de conservación y listo para ponértelo en el próximo evento.
- Perchas. Lo ideal es colocarlo en perchas que no estropeen mucho su forma. Si puedes incluir también algún producto repelente de insectos y polillas, mucho mejor. Hay quien aconseja meterlos en cajas de seda porque así evitan el roce con otras prendas, queda más cerrado y se evita la entrada de humedad. Sin embargo, no todos los tipos de vestidos son aptos para estar guardados en cajas.
- Funda. Es la opción más sencilla, junto con la anterior. Puedes poner una funda de tela o de plástico encima del vestido colgado en la percha y colocarlo en el armario. Queda igual de protegido, cuidado y ocupa menos espacio.
- Airear el traje. Aunque el vestido esté bien guardado y protegido, es conveniente que cada cierto tiempo lo saques del armario y lo airees. Cambia la funda, si fuera necesario. A veces se acumulan ácaros, incluso, algo de humedad y no te das cuenta porque es una prenda que no sueles usar y que puede estropear el vestido.
Estamos en vísperas festivas, de estrenar y de sacar vestidos de fiesta. Así que es un buen momento para poner en práctica estos consejos. ¡Tenlos en cuenta cuando acaben las fiestas!